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Hepatitis C, muertes, mentiras y el ministro Alonso

El ministro de sanidad, Alfonso Alonso, del partido financiado ilegalmente, ahora en el gobierno, afirma, igual que miente, como la anterior ministra de sanidad Mato, mientras mueren personas a su alrededor y ni se enteran, pero ofrecen cifras ridículas, obviando las muertes producidas por su acción e inacción.

Alonso afirma que más de 7000 enfermos de hepatitis C se benefician de los nuevos tratamientos, que nada tienen que esperar y mucho menos que ver con la medicación que estaban tomando las personas enfermas, cuando el gobierno les retiró la financiación y cambió el producto, pero no retiraron los beneficios públicos que recibían estas empresas farmacéuticas, por eso lo de "nuevos medicamentos" da hasta grima.

Se ha identificado a unas 52.000 personas, que corresponden a la cifra de enfermos con prioridad de atención y tratamiento de abril y mayo, de las 52.000 personas, de solamente dos meses, faltan los datos de algunas comunidades autónomas sobre las personas más necesitadas de recibir prioritariamente los tratamientos, que pueden llegar a ser varias decenas de miles más, que no han contado como cifra aún.

Lo que sí hace el gobierno y nuestro ministro de sanidad, es vender como buena noticia que de 52.000 personas se haya aplicado el nuevo tratamiento contra la Hepatitis C a unas 7000 personas. De las 52.000 personas de abril y mayo sin contar los que faltarán.

Al parecer, en este gobierno insensible, ninguno de sus ministros parece comprender que estas 52.000 personas, que solo representan a abril y mayo de este año mas las comunidades autónomas que faltan, si no se tratan empeoran y se mueren, como ya han empeorado y se han muerto infinidad de personas, de las que ni se habla, o se oculta entre otras causas la muerte, para que no cuente como dato oficial que la persona murió porque su estado se agravó porque no tenía tratamiento, porque el gobierno lo provocó.

Su única razón para que las personas mueran es porque están discutiendo quién paga, en la realidad siempre pagamos los mismos, pero porque personas con responsabilidad pública, hacen que paguemos la deuda de los robos bancarios, privatizan la sanidad y la educación y si mueren personas, lo ocultan, hasta que los muertos y sus familiares y amigos, durante mucho tiempo y con mucho esfuerzo y mucha lucha, siguen denunciado que los monstruos que gobiernan, son monstruos por algo y muy merecidamente.