EL PERIODISMO DEL RÉGIMEN, ABOCADO A DESAPARECER. EN LAS REDES SOCIALES SE APRENDE MÁS. -Escuela de la Verdad-
A día de hoy, en ésta España abusada, desilusionada, maltratada en Justicia y en los "robados derechos sociales e individuales", hay demasiadas cosas quemadas.
Empezando por el periodismo, servidor del caduco y tirano régimen que nos empezamos a quitar de encima.
Los periodistas que, como Campo Vidal, nos distorsionan la realidad que nos están obligando a vivir los políticos, merecen toda clase de críticas y rectificaciones.
Las siglas de los partidos, han estado impactando, mas o menos, en las personas, en función de "la calaña" de los que forman su cúpula. La realidad mediática nos ha hecho ver, cómo intentan gobernarnos, engañarnos, utilizarnos y maltratarnos. Hemos aprendido a "separar el grano de la paja". Y las malas gentes, de sus buenas siglas.
Primeramente, solo hablo del último "Gran Cabreo Ciudadano", escuchamos en el correspondiente pregonero, la lectura de un programa, --Por cierto, siempre leído, siempre mensaje dictado, sin impronta ni imaginación-- después su infalible incumplimiento. Produciendo asco por carencia absoluta de credibilidad personal.
A mi el PP no me ha hecho nada, ni bueno ni malo: Rajoy, Montoro, De Guindos, Bañez, Mato, Matas, Arenas, Gonzalez Pons, Bárcenas, Floriano, sin embargo, la Mayoría Absoluta Parlamentaria, Aguirre, Botella y su Botellín, con un montonazo de acólitos, SÍ.
Ahí está el desfasado y anacrónico ministro Fernandez Diez, sembrando mala semilla desde su alma ruin, por muy confesada que la tenga. ¡Bendita mujer que usa sus senos para protestar reivindicativamente, y, maldito ministro que rinde homenaje al dictador Hitler, con dinero público, y cómo hace héroe al maldito Fürher!, ¡¡Eso sí es malo!!.
Prefiero la exhibición de un cuerpo joven y sano, antes que la del alma de un rencoroso ignorante, ciego de odio, torpe y vengativo. Éstos trapisondas, me han hecho mucho daño, me han robado muchos derechos conseguidos tras arduas luchas, me han puesto de mala leche y han hecho nacer en mi, un deseo irrefrenable de acudir, en democracia con mi voto, a las urnas y depositarlo con rabia... (Continúa)
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