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Europa no quiere a Fernández Díaz

El ministro Fernández Díaz, permite a integrantes de la Guardia Civil viajes de peregrinación de cuatro días a la basílica del Pilar de Zaragoza y al santuario de la virgen de Lourdes (Francia), eso sí, a cargo de los presupuestos del estado.

En concreto, en el pasado año 2014, el Ministerio de Defensa destinó 56.000 euros a la peregrinación a Lourdes, a la que asistieron un total de 307 personas. Si al Ministerio de Defensa le sobra presupuesto, a España no le sobra, debemos 1,7 billones de euros, de deuda pública reconocida.

Para enmendarse un poco, Fernández Díaz y el Ministro de Defensa, Pedro Morenés, han denegado costear el viaje a La Meca, que solicitó un guardia civil de Ceuta, porque, la religión que procesa, no es de su agrado.

Quizá la iglesia católica sea un organismo más apropiado para encargarse de las peregrinaciones de sus fieles, que el Ministerio de Defensa de Pedro Morenés.

Quizá el gobierno debería recortar más los presupuestos de Defensa, ya que le sobra mucho dinero para gastárselo en actos religiosos.

Interior justifica los homenajes al III Reich

Otro de los esperpentos del ministro Fernández Diaz, es la justificación y promoción de homenajes a las tropas voluntarias que lucharon con el III Reich, contra las tropas aliadas durante la dictadura franquista, en la II G.M.

Estos homenajes al nacismo también son a cargo de los presupuestos generales del estado.

Si al Ministerio de interior le sobra dinero para malgastarlo en "homenajes casposos "y en viajes VIPS para la perrita chiguagua "Lola", Fernandez Díaz, debería devolver lo que sobra a su ministerio. porque a España no le sobra nada, debemos 1,7 billones de euros.

Europa castiga al  gobierno español

Quizá, el hecho de no dar la presidencia del Eurogrupo al ministro que se cargó el sistema bancario español, pidio un rescate y permitió la estafa de Bankia, tenga algo que ver con la militancia en el mismo partido político, que el ministro español que hace homenajes al III Reich.

Rajoy y sus ministros avergüenzan, otra vez, a todos los españoles y a la gran mayoría de europeos con sus conductas retrógradas y casposas.