Rato, vulgar como un piojo
Este peculiar caballerete, una vez derribado de su pedestal, y mostradas parte de sus miserias, se le ve, cada vez mas, como el tipejo que ha sido. Todos sus admiradores han descubierto que no era nada del otro mundo, era escandalosamente vulgar, lo único que le diferenciaba de los demás mortales, es que, tenia unas tragaderas por donde colaba cualquier mendrugo por áspero y desagradable que fuera. Es la demostración de lo ciega que resulta la adulación. Sólo es, "Rato, ratero", vulgar, ladrón, y sinvergüenza.
Fiel a sus orígenes.
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